EESC info: Usted empezó a trabajar sobre Ucrania hace algunos años con la película nominada para los Oscar «Winter on Fire: Ukraine’s Fight for Freedom» y ahora vuelve con una nueva película, «Freedom on Fire: Ukraine’s fight for freedom». ¿Es la segunda parte de la historia?
Eugene Afineevsky: «Winter on Fire» era una campaña por la paz. En febrero de 2022, sentí la urgencia como cineasta de volver a esa historia y mostrar la continuidad con la guerra de ahora. Por eso, no diría que la «Freedom on fire» es una secuela. Lo que hace es unir los puntos desde Maidán hasta donde estamos ahora. Sabe, esta guerra ya dura ocho años. Es una lucha por la dignidad, la libertad y los derechos humanos.
¿Qué le llevó a hacer la primera película sobre Ucrania?
Yo diría que fue Maidán y descubrir el coraje del pueblo ucraniano. Defendían sus derechos, sus creencias. Defendían un futuro independiente para Ucrania como país unido perteneciente a la familia de naciones europeas libres. Es lo que yo vi y lo que me llevó a elegir esa historia de nuevo el año pasado y a continuar la serie.
¿Hay alguna historia en particular digna de recordar de su experiencia con los ucranianos sobre el terreno que le gustaría compartir con nosotros?
Hay muchas, pero hay una que cuento cuando escucho a la gente decir que no podemos cambiar la historia. Cuando estaba en Maidán, en aquel frío invierno de 2013-2014, había un póster con una gran gota de agua que decía: «Cada uno de nosotros es una gota de agua, juntos somos un océano». Veía al pueblo ucraniano unido, mostrando al Gobierno que tenía la voz, el poder y la voluntad de cambiar su historia como nación, y lo estaban haciendo. En noventa y tres días, personas de diferentes grupos sociales, ricos y pobres, jóvenes y mayores, lograron sus objetivos actuando juntos y respetándose mutuamente. Creo que es importante estar unidos estos días.
¿Qué esperaría de la UE y de los países y la sociedad civil europeos para ayudar a los ucranianos en esta guerra?
La UE significa unidad, unificación. Creo que ahora es el momento de evitar que estalle una tercera guerra mundial. Cuanto antes lo admitamos, antes se unirá el mundo. Los ucranianos no están pidiendo a personas de otros países que vengan y luchen, sino que les ayuden a ganar esta guerra. Eso es algo maravilloso: el mundo, todos nosotros unidos con Ucrania para detener esta guerra.
Usted dedicó esta película a los periodistas que «están arriesgando sus vidas en este momento». ¿Cuál es la importancia de los periodistas y los activistas en tiempo de guerra?
Hice esa declaración en mi primera película y la sigo repitiendo, porque he trabajado con periodistas sobre el terreno y algunos de ellos ya no están con nosotros. Las estadísticas muestran que, en los primeros meses de la guerra, que fueron los más crueles, murieron periodistas, cineastas y reporteros ucranianos. Sin embargo, esta guerra no se está combatiendo únicamente sobre el terreno, sino también en los medios de comunicación. La propaganda es el arma principal: «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad», según rezaba el manual de Joseph Goebbels.
La agresión rusa contra Ucrania está literalmente a las puertas de Europa y tiene una gran repercusión en los países europeos. ¿Qué ocurre con los Estados Unidos? ¿Cómo ha reaccionado la población allí? ¿Ha habido alguna movilización de ONG y organizaciones de la sociedad civil?
El Gobierno americano está ayudando todo lo que puede, pero aquí, en Hollywood, no se habla mucho de Ucrania. Algunas redes siguen cubriendo la guerra, pero no lo hacen los principales medios de comunicación. Las ONG han estado sobre el terreno desde el principio ayudando a las personas, pero la sociedad se mueve en otra longitud de onda y esta es la realidad de la guerra. Prestamos atención a muchas otras cosas y, para mí, como cineasta, es doloroso ver que faltan películas políticas. Parece que Hollywood intenta abstraerse de las situaciones políticas. Pero al final, si atacan una central nuclear en Ucrania, el precio lo pagaremos todos.
Usted también dirigió «Cries from Syria» en 2017, otra película dedicada a la guerra y el conflicto. ¿Qué le llevó a realizar ese documental? ¿Consiguió llamar la atención sobre esa tragedia?
Con «Cries from Syria» intenté arrojar luz a través de mi relato sobre lo que sucedía en Siria desde el comienzo de la enorme crisis de refugiados. Muchas de las personas que aparecen en «Cries from Syria» están ahora muertas. Es lo mismo con las películas sobre Ucrania. He intentado explicar al mundo que no se trataba de un conflicto local, sino de una guerra. También he intentado poner en contacto a activistas y voluntarios, pero sobre todo, a periodistas con el periodista del frente que protagoniza la película. En mi última película mostré lo más importante, la guerra de los medios de comunicación, ya que pasé mucho tiempo en ciudades y en el entorno de los medios de comunicación mostrando en qué consiste la propaganda. Imagino que lo que quiero es contar las historias importantes de nuestra época —y permitir a los que las viven que sus voces se escuchen alto y claro—, educar al mundo y hacer un llamamiento a la acción. Para mí, cada película es una triple A: apoyo, activismo y acción.
¿Siente que ha alcanzado sus objetivos con sus películas?
Sí, y creo que esto es lo que me hace seguir adelante. He visto cómo mis películas inspiran la acción política y cambian las cosas. He visto cómo ha cambiado la gente tras ver mis películas sobre Siria y Ucrania. En las rondas de preguntas la gente siempre pregunta: «¿Podría decirnos cómo podemos ayudar? ¿Qué podemos hacer?» Esta es una pregunta que escucho casi siempre. Me inspira y me hace sentir muy bien.
¿Cuál será su próximo proyecto? ¿Tiene alguna idea?
En este momento, no. Primero tenemos que acabar con esta guerra. Porque si mañana se extiende, ya no necesitaremos cineastas, ya no habrá más Hollywood. Solo unidos podremos ganar esta guerra híbrida, tanto sobre el terreno en Ucrania como en los medios de comunicación, porque la propaganda y las mentiras pueden cruzar fácilmente las fronteras de la UE o de los EE. UU., sin necesidad de visado. Viajan libremente, y eso es algo que todos seguimos ignorando en Hollywood, en América y en todo el mundo.
Tráiler de «Freedom on Fire».
Más sobre la película aquí.
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