En su pleno del 24 de febrero, el CESE aprobó un Dictamen sobre la Comunicación de la Comisión en la que esta presentaba sus propuestas de reforma del marco de gobernanza económica. El CESE destaca que, pese a que es necesario un acuerdo rápido, el plan carece de detalles.

Desde la aprobación del Tratado de Maastricht en 1992, el marco de gobernanza económica de la UE ha contribuido a crear condiciones propicias para la estabilidad económica, el crecimiento y el aumento del empleo en Europa. Sin embargo, aunque ha evolucionado con los años, el marco se ha vuelto cada vez más complejo y no todos sus instrumentos y procedimientos han resistido el paso del tiempo. 

Aunque el CESE está de acuerdo en que es preciso cerrar rápidamente un acuerdo antes de que se inicien los procesos presupuestarios de los Estados miembros para 2024, también hace hincapié en que aún quedan muchos detalles por ultimar. Los planes fiscales y estructurales propuestos deben garantizar que la ratio de deuda pública sobre PIB se sitúe en una senda descendente o se mantenga en niveles prudentes. Al mismo tiempo, las normas deben dejar margen presupuestario suficiente para llevar a cabo las inversiones que requieren las transiciones ecológica y digital. Y lo que es aún más importante, para que un marco reformado tenga éxito, es fundamental la implicación con respecto a las normas. 

«Es urgente reformar el marco presupuestario. Muchos Estados miembros no han saneado suficientemente sus cuentas públicas en tiempos de bonanza», afirmó el ponente del CESE, Krister Andersson. «La falta de políticas prudentes perjudica a los miembros más vulnerables de la sociedad. La reducción de los niveles de deuda y la sostenibilidad de la deuda son fundamentales. Coincidimos en la necesidad de un acuerdo rápido previo a los procesos presupuestarios de los Estados miembros de cara a 2024». (tk)