En el pleno de febrero del CESE, Svetlana Tijanóvskaya, líder de la oposición democrática bielorrusa, pidió a las instituciones de la UE que presten apoyo al pueblo bielorruso en su lucha contra el autoritarismo A su parecer, Bielorrusia merece formar parte de la familia europea y esto solo se puede lograr con el apoyo activo de todas las instituciones de la UE. 

En Bielorrusia, la situación de los derechos humanos empeora: hay alrededor de 1 500 presos políticos y se encarcela a una media de diecisiete personas por día. 

Christa Schweng, presidenta del CESE, afirmó: «Todos los políticos con tendencias autoritarias temen a su pueblo, a la sociedad civil y al papel que esta desempeña a la hora de canalizar nuevas fuerzas creativas con las que emerger y lograr resultados».

Tijanóvskaya subrayó la conexión directa entre la liberación de Bielorrusia y la de Ucrania: «El futuro de Europa pasa por los campos de batalla en Ucrania, la resistencia clandestina bielorrusa y, sin duda, por las capitales europeas». Pidió a las instituciones de la UE que presten apoyo a combatientes y exiliados, y propone que, en colaboración con la oposición de Bielorrusia, se reactive la Asociación Oriental, de la que el Gobierno del país se retiró en 2021. 

Oliver Röpke, presidente del Grupo de Trabajadores del CESE, afirmó: «Exigimos la liberación inmediata e incondicional por parte de las autoridades bielorrusas de los civiles y sindicalistas detenidos».

«En nuestra calidad de representantes de la sociedad civil, estamos dispuestos a hacer oír la voz del pueblo bielorruso en las instituciones de la UE a fin de impulsar las ideas que considere oportunas para mejorar la situación del país», subrayó Stefano Mallia, presidente del Grupo de Empresarios del CESE.

Simo Tiainen, presidente del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil, afirmó: «Sra. Tijanóvskaya, es usted una mujer fuerte y valiente, que lucha sin miedo por un futuro mejor para su país. Estamos de su lado. Bielorrusia merece ser una democracia, no una dictadura». (mt)