Por el Grupo de Trabajadores del CESE

La campaña del Parlamento Europeo «Usa tu voto. Si no, otros decidirán por ti» es muy acertada. Su vídeo electoral, que ahonda en las raíces del proyecto europeo de construir un futuro pacífico sobre las cenizas de la guerra y el genocidio, toca una fibra sensible. Especialmente hoy en día, con el extremismo y la apatía desbocados, a menudo la política se asemeja más a un programa de telerrealidad que a una verdadera ágora.

¿Seguro que quieres dejar que otros decidan por ti? Ya lo están haciendo y están optando –otra vez– por la austeridad.

Nuestra presidenta, Lucie Studničná, lo ha dicho alto y claro: no podemos permitirnos otra crisis de austeridad. Las medidas adoptadas durante la última crisis financiera dejaron a algunos países en un limbo caracterizado por el declive económico y la fuga de cerebros. En España, Italia y Grecia, la tasa de desempleo sigue siendo elevada y el PIB per capita, muy alejado de los niveles de 2008. Esta ausencia de soluciones ha ocasionado un auge del euroescepticismo y del populismo, propiciado por un giro hacia la extrema derecha.

Las nuevas normas presupuestarias dejarán inermes a la mayoría de los Estados miembros para afrontar los retos climáticos y sociales que se avecinan. Las promesas de La Hulpe sonarán huecas. La ciudadanía sufrirá, y añadir dificultades económicas, que los gobiernos seguramente calificarán de «impuestas desde Bruselas», podría representar para muchas personas la gota que colme el vaso.

La democracia no consiste solo en votar: la sociedad civil y los sindicatos son fundamentales para mantener su vigor. Sin embargo, el voto no es una mera herramienta de legitimación y dista mucho de ser inútil. Es un derecho logrado con mucho esfuerzo que, en muchos lugares, ha costado la vida de millones de personas a lo largo de muchas generaciones. Y podemos perderlo.

Las decisiones sobre la austeridad no están grabadas a fuego. Hacemos un llamamiento de cara a las elecciones europeas de junio, y a todas las elecciones nacionales que se avecinan: usa tu voto. No dejes que te lo arrebaten. Vota por el progreso social. Juntos podemos seguir mejorando nuestros países y la Unión Europea y cambiar lo que no funciona.