Las políticas económicas europeas generan incertidumbre y penalizan la resiliencia

El Gobierno, representantes de la sociedad civil organizada y otros grupos de interés piden un nuevo impulso para la Unión Europea  

Una Unión Europea (UE) estable y próspera requiere una mejor gobernanza democrática, profundizar la Unión Económica y Monetaria (UEM) mediante la conclusión de la unión bancaria, mayores recursos y finanzas sostenibles. Tanto la lucha contra el fraude fiscal y las noticias falsas como la armonización fiscal y la atracción de inversiones son esenciales para potenciar la resistencia de la UE ante posibles crisis en el futuro próximo. Estas son algunas de las principales conclusiones de una mesa redonda sobre La economía europea: realidad y retos de futuro que se celebró el 5 de febrero en la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid.

La mesa redonda, organizada por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y la Representación de la Comisión Europea, es la primera de tres jornadas en las que se pretende debatir con representantes cualificados de la sociedad civil española tanto las propuestas del Comité como puntos de vista plurales sobre la realidad europea y el futuro de la UE, con la vista puesta en fomentar la participación en las elecciones europeas del próximo mes de mayo.

En su discurso de inauguración del acto Isabel Caño, vicepresidenta del CESE, se refirió a la necesidad de superar la incertidumbre sobre el futuro que perciben muchos ciudadanos de la UE. Para ello, afirmó la Vicepresidenta, es preciso una mejor gobernanza democrática y mayores recursos.

Hervé Falciani, fundador de la asociación Tactical Whistleblower, señaló que el fraude fiscal a la IVA beneficia a 200 mafiosos y a una cadena de distribuidores del comercio y proveedores de bienes y servicios, gran parte de ellos obligados por una falsa competencia económica y por lo tanto constituye otro problema de fondo en la UE. Los datos fiables son –en su opinión– esenciales para combatir la falsa información, contable y política y uno de los principales objetivos de su labor.

En este contexto también se discutió el tema de las llamadas «finanzas sostenibles». Carlos Trias, miembro del CESE en representación del Consejo de Consumidores y Usuarios de España, subrayó el respaldo del Parlamento Europeo y el CESE al Plan de Acción de la Comisión sobre el tema y concluyó: El plan obligará a las empresas a divulgar información ambiental, social y de gobernanza corporativa fiable y relevante y a las agencias de calificación a revisar su metodología de evaluación de riesgos. Los asesores y gestores de inversiones tendrán la obligación de interactuar con los clientes para plasmar sus preferencias en materia de sostenibilidad en la configuración de las carteras de inversión y explicar periódicamente el impacto resultante.

El debate sobre la situación y las políticas económicas de la UE reflejó la preocupación de los ponentes por la falta de reformas y progreso en la construcción de la UEM. Todos ellos lamentaron la falta de capacidad de superar las dificultades para formular un proyecto común de reforma y mostraron su inquietud ante la posibilidad de una nueva crisis de deuda en la UE. Por el momento la UE no estaría preparada ante un desafío de este tipo.

Miguel Otero, investigador del Real Instituto Elcano, esperaba un nuevo impulso desde el eje franco-alemán. Desde su punto de vista, las propuestas iniciales francesas para la reforma de la UEM serían un buen punto de partida. Otero reclamó el anclaje institucional del Eurogrupo y la adopción del método comunitario, y no el intergubernamental, para regir instituciones como el Mecanismo Europeo de Estabilidad.

Aunque el crecimiento de la economía española supera a la media de la zona euro y la reducción del déficit del PIB en España al 1,3% seria alcanzable, Isabel Colina, subdirectora general de asuntos económicos y financieros del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, incidió en la necesidad de que la Unión Bancaria se completara con la creación del Fondo Común de Garantía de Depósitos y que los ingresos de los próximos Presupuestos de la UE provinieran en mayor medida de los recursos propios de la UE y no del reparto de contribuciones entre los Estados miembros.

En el acto también se reflexionó sobre las políticas económicas durante la crisis y las actuales. Javier Doz, miembro del CESE en representación de CC. OO., se mostró convencido de que las políticas de  «austeridad extremas», con sus consecuencias sociales y políticas, ejercieron un efecto negativo sobre la capacidad de las economías europeas de recuperarse. Javier Doz remarcó que el CESE intercedería en favor de una política económica de inversión, mejor financiación de empresas, empleo de calidad y mejoras salariales, lucha contra el fraude fiscal y armonización fiscal.

Finalmente, los participantes en el acto celebraron la reincorporación de la política industrial a los debates a escala europea. Andrés Barceló, miembro del CESE en representación de la Unión de Empresas Siderúrgicas (UNESID), dijo que lo esencial es lograr que Europa sea un territorio atractivo para la inversión industrial, para concluir resaltando la importancia de la formación y de que los jóvenes españoles estudien más ingenierías, física, química y matemáticas.

Las próximas jornadas organizadas por el CESE y la Representación de la Comisión Europea en Madrid se celebrarán los días 4 y 29 de marzo y estarán de nuevo abiertas a todos los sectores de la sociedad española. Los temas respectivos serán Las políticas europeas en un mundo en transición y La situación política y la defensa de los valores democráticos en la UE.